jueves, 5 de diciembre de 2013

LA IDENTIDAD NO SE DISCUTE…

LAS CULTURAS SON EMINENCIAS DEL HOMBRE ACTUAL ANDINO AMAZÓNICO SEGÚN TEORÍAS DISCUTIDAS.
Por: JOSÉ JULIÁN SIRPATICO
HIPÓTESIS EN LA HISTORIA ANDINA, Año Nuevo Andino amazónico, viejo calendario en tiempos modernos concepción del hombre.
La identidad cultural del ande sudamericano promovió su recuperación con la reivindicación de la clases humildes, del intelecto libre y reflexivo, con improvisaciones, malas interpretaciones expresados en teorías, marxista del gobierno e indigenistas de la clase originaria andina, todo esto para tener popularidad, y tener dominio político, ideológico y mediático en el ámbito plurinacional, cada cual con su argumentación no comprobada.
Los originarios de los Andes sudamericanos conmemoran hace siglos con rituales el solsticio de invierno, momento en que el astro cobra más distancia de la Tierra. Es el momento en que el Sol se levanta por detrás de las montañas e ilumina la Puerta del Sol, símbolo de la civilización Tiahuanaco.
Hasta hace unos años, era sólo una fecha más dentro del calendario gregoriano con su accidente astronómico del solsticio, más visible en la década de los 70 donde la clase media conformada por académicos, burgueses y expertos en la música nacional, principiaron con la “recuperación de la identidad cultural andina, motivo que promovió en la clase campesina en los 90 aun teniendo la cobardía de la clase indígena”, sintetizo  Zenón Quispe Fernández Catedrático de Historia en la UMSA, en los 2 006 se dio un cambio de política de estado con la reivindicación de la clases humildes frente poder foráneo.
En argumentación el historiador Zenón Quispe Fernández, explico: “las hipótesis, argumentaciones y conclusiones en la historia, carecen de una verdad absoluta” esta mención genera discusiones entre teorías, basadas en la cultura, la ciencia, la religión y el Estado, no son resultados de procesos mentales determinados por una vía natural, sino que son concebidos y mantenidos por la dialéctica de Hegel, la actividad del intelecto libre y reflexivo, “cada cual genera su propia teoría planteándose el problema, respuesta y discusión” concluyó.
En debate los años
Así mismo de acuerdo con el indígena Pachakuti Acarapi Huanca representante del Centro Wiñay Pacha, objetó “es una aberración, falta de inteligencia, es una improvisación… constituye parte de la ingenuidad, de aquellos que creen que tenemos 5 519 años”, a su vez reafirmó que es un invento, “quién ha inventado, quien ha dicho eso… ¡nadie…!” en alusión mencionó “nosotros en mínimo tenemos 160 519 años”, lo cual es medido en base de un sistema vigesimal. Los últimos 519 marcan la muerte del inca Atahualpa, tras la toma incruenta de Tumbes y la rendición de las fuerzas del incanato a manos de los colonizadores españoles de Francisco Pizarro y los restantes 160 000 derivan de "cinco soles" de 32 000 años cada uno.
Tras algunas discusiones intento explicar la numeración 5 519 “es una mala interpretación, porqué el inca Huáscar Choque huanca lo que publicaba en sus calendarios, mencionaba quinto sol, lo han bajado el T y la O, y expresaron 5 500”, el error de exégesis de quinto, “alguien que diga 5 519 es una mentira… es una falsedad” argumentó en delación al Ministerio de Cultura señaló “son ellos los que mienten,… siguen publicando ¿Cuál 5 519?” así mismo desmintió “que no es año nuevo aimara… ¡no hay aquí… ni Quechua, ni U rus aquí es… año nuevo del Tahuantinsuyo!” concluyó.
Se toma en cuenta 5.000 años de las cuatro primeras eras que ya habrían transcurrido desde la cultura Tiahuanaco. Cada era está compuesta de mil años, por lo que la quinta era estaría en plena vigencia. Los 519 años corren desde el arribo de Cristóbal Colón al continente americano. Como se ve es una cifra redonda, imprecisa y arbitraria para los detractores, pero simbólica y reivindicativa para quienes la defienden.
El calendario tiene más de 5.000 años, desde la cultura Tiahuanaco. El templo de Kalasasaya expone 13 atalayas que muestran el número de meses en que esa civilización dividía el año, y que en conjunto daban 364 días. El último día del año era dedicado al sol.
En Bolivia es feriado por decreto del 17 de junio de 2009 del presidente Evo Morales. La designación de Año Nuevo Aimara, inicialmente, y año nuevo andino, posteriormente, se fue ampliando hasta convertirse también hace un par de años en el “Año Nuevo Andino Amazónico”. Por si fuera poco, los que defienden este calendario ya le asignan un año concreto: 5.519, un número simbólico en afán de reivindicar las culturas prehispánicas.
Desde hace un par de años, se busca extender el término a los pueblos amazónicos, con la idea de que las culturas andinas extendieron este calendario hasta pueblos orientales, como Samaipata e Incallajta, a los que se los supone santuarios incaicos con sus calendarios, impuestos a pueblos guaraníes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario