jueves, 5 de diciembre de 2013

HABLAR Y ESCRIBIR CORRECTAMENTE EL LENGUAJE, ES UN ¡DEBER!



    Por:   FAVELA LUCÍA BOTELLO TABORGA
Es interesante ver el entusiasmo que tienen los estudiantes, especialmente los y las  jóvenes, por aprender nuevos idiomas como ser: inglés, francés, alemán, portugués y otros; pero no hacen el menor esfuerzo por corregir las deficiencias y procurar el uso adecuado de los elementos de gramaticales de la lengua de origen: el castellano.
Esta situación llama mi atención principalmente por la dejadez con la que se trata al castellano. Vivimos en un país donde prevalece la lengua castellana o español-; sin embargo es más atractivo utilizar en una conversación términos extranjeros, de pronto nos hacen parecer más elegantes-?, más finos? o más “nice”?. . . no sé, es posible que en un mundo globalizado y complejo, esto sea mejor.  Lo cierto es que nuestra lengua no está siendo debidamente expresada en su propio territorio,   digo esto, porque en América se conoce este idioma desde 1.492, año en que Cristóbal Colón llega a estas tierras.   Son más de cinco siglos que el castellano  es el lenguaje de expresión más usado por los habitantes de este hermoso país y por ello es parte de nuestra vida e historia.
Para todo hay una explicación, he visto que esta dificultad se arrastra desde la instrucción escolar, donde la asignatura de lenguaje tiene muy poca exigencia y en consecuencia un bajo rendimiento que se observa en las faltas de ortografía, desorden en la expresión de las ideas y el desconocimiento de las funciones gramaticales de las palabras.  A esto contribuye de gran manera la influencia de los medios masivos de comunicación que son avasalladores, lamentablemente no contribuyen al uso correcto del lenguaje, sino más bien, al uso frecuente de vicios de dicción, tales como: tautologías, solecismos, vulgarismos, modismos y anfibologías.  Además, a esta realidad se añade el hecho de que el hablar mal es aplaudido y aprobado por el grupo, este uso incorrecto del lenguaje parece ser una moda o una tendencia de estos tiempos, donde todo es permitido y celebrado para convivir en armonía.
Deseo terminar esta crítica con una exhortación a los lectores de la revista: escribir y hablar correctamente es un deber u obligación,  no solo como usuarios de la lengua castellana, sino como mujeres y hombres doctos (instruidos), me dirijo principalmente a la comunidad universitaria, quienes en este proceso de formación profesional deben ir perfeccionando  nuestro idioma y contribuir de alguna manera a eliminar esta tendencia de ordinario hablar y escribir.

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