Por: JOSÉ JULIÁN SIRPATICO
Desde
tiempos remotos, la democracia es una forma de garantizar los principios de los
derechos humanos, sobre todo cada uno de
nosotros tenemos la libertad de pensamiento en expresar la idea en recibir
critica, otros tienen la opción de justificar hechos ante su propio
juramento ante Dios, la Patria y su Hogar, también nos dicen que enlaza la
libertad y la política, y da inicio al enunciado “el pueblo tiene poder”, y
argumentar lo que decían los romanos “las vos del pueblo es la vos de Dios”,
entonces ¿por qué echamos en saco roto a la democracia por intereses
individuales, y hacer oídos sordos al pensamiento del pueblo?
En
nombre de la democracia universitaria se eligieron en una Asamblea General de
la Comunidad Universitaria a representantes para el comité electoral, para
hacer prevalecer el principio de elegir a actores que ejerzan la igualdad entre todos los
que realizan la actividad académica y administrativa, es decir todos tienen
derecho a elegir y a ser elegidos, pero la corrupción es la sombra amiga del
político y enemiga del pueblo y causa inestabilidad democrática e
institucional.
La
democracia es nombrada para realizar actos de protesta sin control es parte del
anarquismo moderno, es un manifiesto con acciones de protestas, con frases
reflexionadas, lanzado ideas alternativas sobre un hecho, pero no de agresión
física tal como lo hicieron la pasada semana “un grupo
de cerca de 200 estudiantes atacó ayer el Honorable Consejo Universitario,
cuando se realizaba una sesión en la que se iba a analizar las elecciones de
rector, que se llevaron a cabo el miércoles sin la participación de los
docentes” [como dice la publicación analizar las elecciones y justificar la no participación de los
docentes y no existe motivo alguno de explicar la agresión o través la
palabra contra la palabra del prójimo], lo irritante es protesta contratada con
tersidad vandálica desde afuera contratada por intereses económicos políticos
de unos cuantos, son gente que no conoce el respeto a su propio ser.
En
fin, la democracia justifica las opiniones de cualquier ser pensante, aquí cito
la frase de uno de los representantes
del comité electoral “las
elecciones no vulneran el cogobierno y que la solicitud de anular los comicios
responde a intereses de un grupo de catedráticos que no quiere que el rector
interino, Rubén Cerrón, deje el cargo”,[y desde luego justificó su palabra contra la palabra
universitaria], “nosotros fuimos
depurando a los postulantes, ahora han quedado tres frentes y las elecciones
son legítimas”, [reafirmando el desastre de las elecciones al rectorado y
vicerrectorado donde solo participaron estudiantes afines de los candidatos y
docentes que rechazaron el sufragio a las autoridades y causo el asedio político
dentro de la Universidad].
El asedio político es provocado por los vacíos legales del Estatuto
Orgánico de la Universidad, los cuales deben ser enmendados en el menor tiempo
posible, ya que la misma representa un pacto de
convivencia
entre todos los que forman parte de la comunidad universitaria y es un proyecto
de sociedad para hacer brotar conocimiento a
la ciudadanía y
para las próximas generaciones que se formen como profesionales.
Entonces
afirmamos el objetivo de la democracia universitaria, es tener autoridades
elegidas por voto universal que generen un clima institucional democrático, para hacer prevalecer los principios
académicos y cumplir con la misión planteada en un principio en la Universidad
Pública de El Alto, y no quedarnos como camarones dormidos por la política
barata, porque el rio de la inestabilidad institucional es la sombra que
persigue a la democracia.
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